FOMENTO LECTOR A TRAVÉS DEL CINE Y MEDIOS AUDIOVISUALES

Es constante la preocupación del sistema educativo por el escaso interés del alumnado hacia la lectura, un desinterés que se ha incrementado debido al auge de las nuevas tecnologías y al abuso de las mismas por adolescentes y jóvenes como la principal alternativa al ocio.

Por otro lado, aunque se habla continuamente de los beneficios de la lectura más allá del ámbito académico, se sigue vinculando esta a la asignatura de Literatura, con el consiguiente rechazo de un buen número de estudiantes que siguen identificándola como un medio de evaluación de cariz obligatorio, más que como un disfrute y un medio para ampliar su visión del mundo.

Son numerosos los empeños para promover la lectura en los centros educativos, tantos como los errores que se comenten y desembocan en rechazo por parte de los/as estudiantes y desánimo por parte de los educadores, sean docentes o familias, que ven sus esfuerzos poco operativos.

Si tenemos en cuenta la importancia de la lectura, no solo la de ficción, en cualquier ámbito académico y profesional, es conveniente proponer respuestas concretas ante este malestar, en lugar de seguir utilizando el mismo enfoque tradicional e incluso las mismas obras de siempre, procedentes de un canon que, si bien debe conocerse, debería ampliarse con otros libros actuales elegidos tanto por el profesorado como por el mismo alumnado.

Por lo tanto, plantearemos en este trabajo una metodología didáctica en la que se propondrán diferentes alternativas para que los/as docentes propicien este acercamiento entre sus alumnos/as y la lectura a través de los medios audiovisuales que les resultan más atractivos, como son el cine, las series televisivas, vídeos y otros medios audiovisuales a su alcance.

No se trata tan solo de enmarcar la lectura, como viene haciéndose, como una tarea más de una asignatura concreta, sino de contar con la colaboración interdepartamental para que todo el claustro, sin importar la materia que imparta, integre en sus clases la lectura de forma transversal, convirtiéndose en prescriptores de la misma y, a su vez, de inspiración y guía para sus estudiantes.

De este modo, además de despertar el gusto lector, no solo en el aula sino a largo plazo, se fomentarán competencias como la empatía, el autoconocimiento, el pensamiento crítico, la asertividad y las habilidades comunicativas, todas ellas necesarias para el desarrollo personal y un exitoso desempeño profesional.

En definitiva, se trata de fomentar la participación del alumnado, tener en cuenta sus intereses y promover así una lectura mucho más vivencial y motivadora.

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